«Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.


Vamos a iniciar este post haciendo referencias a una célebre frase de Peter Druke. “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

 

En sentido quiero resalta las tres acciones a las que nos invita Peter Druck, para mejorar el desempeño de la organización:

 

Por lo que hablar de la medición del desempeño de los activos a esta altura de la evolución organizacional, debe ser un elemento que fluya de forma natural, esta medición tiene dos aristas, por un lado disponemos de los indicadores de gestión del mantenimiento y por otro lado las auditorias como herramienta de mejora del sistema de mantenimiento.

Con frecuencias muchos gerentes de mantenimiento se enfrentan a la disyuntiva de no tener claridad de cuál debe ser la estrategia adecuada a implementar para lograr los resultados esperados y se inicia un eterno proceso de improvisación en la implementación de herramientas que no generan resultados, de allí que las auditorias facilitan el  proceso de medición y mejora continua de la organización del mantenimiento, otorgándole la importancia necesaria a cada elemento evaluado para tomar las decisiones adecuadas y lograr implementar las acciones necesarias.

 

Según (ISO 19011,2012) Una auditoria es un proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias y evaluarlas de manera objetiva, con el fin de determinar la extensión o el grado en el que se cumplen los criterios de auditoría.

 

Para buscar hacer más aterrizado este concepto podríamos decir que es una evaluación sistémica que permite conocer el estado actual de la organización y contrastarlo contra algunos criterios establecidos, Kumal, et al. Por tanto es importante conocer el estado actual del mantenimiento y para poder comparar diferentes aspectos a una misma escala.

Una auditoría implica algo más que un simple cuestionario predeterminado o las medicionesde indicadores numéricos. Se requiere un número de etapas complementarias para obtener un resultado que seaútil para la toma de decisiones.

 

Tal como lo afirma (Parra, 2011). El proceso de implementación de una auditoría debe pasar por un conjunto de etapas siguiendo un orden sistémico y lógico específico, tal como se muestra en la figura 2.

 

Visto desde esta perspectiva, es de entender que a través de la auditoria del mantenimiento una organización tiene la capacidad de conocer el estado actual de la gestión del mantenimiento de sus activos, con el objetivo de identificar las oportunidades de mejoras del sistema.

 

Existen muchas herramientas para llevar a cabo el desarrollo de una auditoria de mantenimiento en la organización, todos con sus particularidades, en este sentido compartimos el enfoque de Excelencia del Mantenimiento planteado por (Campbell, Jardine y McGlynn,2011), este plantea la determinación del grado de madures del sistema de mantenimiento en función a diferentes niveles de excelencia.

 

Se plantea un enfoque de Excelencia en Mantenimiento, con 4 áreas, tal como se muestra en la figura 3, y un conjunto de sub áreas a evaluar dentro del proceso de revisión. Cada una de estas sub áreas debe ser evaluada según la siguiente los siguientes criterios:

 

  • Excelencia
  • Competente
  • Comprensión
  • Sensibilización
  • Inocencia

 

 

Esta metodología plantea una matriz por cada área (Organización & Liderazgo, Materiales Planta Física, Sistema & Tecnología, Métodos & procesos)  y considera cada uno de los factores incluidos en ellas, evaluados según los criterios definidos anteriormente, tal como se muestra en la tabla 1. Matriz Método & Proceso

 

 

Matriz evaluación Procesos & Método bajo los diferentes criterios (Campbell, at el,2011)

Este proceso busca medir los tres niveles de la organización del mantenimiento industrial, Nivel estratégico, táctico y el operacional o funcional. Se desarrolla bajo la herramienta de tormenta de ideas y se busca la mayor participación de involucrados en los procesos para atenuar los niveles de incertidumbre.

 

Con este proceso se logra obtener una evaluación completa del nivel de madures del sistema de mantenimiento de los equipos de la organización.

 

Para terminar podemos asegurar que si bien es cierto que esta herramienta plantea diversos factores a evaluar, uno de los pasos fundamentales es determinar cuáles son los necesarios para adecuarlo al contexto de mi organización.

 

Quedo atento a sus enriquecedores y constructivos comentarios!

 

Alexis Lárez; CMRP

 

Referencias Bibliograficas

 

Campbell, J. J., Jardine, A. McGlynn, J. Asset Management Excellence: Optimizing Equipment Life-Cycle Decisions, Second Edition: CRC Press.USA (2011).

Kumar, U., Galar, D., Parida, A., & Stenström, C. (2011). Maintenance audits using balanced scorecard and maturity model. Maintworld, (3), 34-40.

Parra, C., & Crespo, A.Ingeniería de Mantenimiento y Fiabilidad aplicada a la Gestión de Activos. INGECON.(2012). ISBN:978-84-95499-67-7

ISO 19011:2012Directrices para la auditoria del sistema de gestión.AENOR. Madrid. 2012

 

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